Cómo la fotografía transforma la arquitectura moderna
En el reciente Future Fest 2024, la prestigiosa fotógrafa Ema Peter y el arquitecto Deepak Gugarii, de Studio VDGA, presentaron una fascinante conversación sobre su colaboración en The House of Courtyards, un proyecto que no solo alcanzó la portada del libro “Architizer: The World’s Best Architecture”, sino que también refleja la importancia de una simbiosis entre la arquitectura y la fotografía. The House of Courtyards destaca como un ejemplo de cómo estas disciplinas pueden trabajar juntas para capturar y comunicar el corazón de un diseño.
La presentación de Peter resaltó un hecho crucial: la arquitectura moderna suele ser experimentada por primera vez a través de la fotografía. Este medio visual se ha convertido en una herramienta indispensable no solo para mostrar edificios, sino para contar historias, transmitir filosofías de diseño y evocar emociones atmosféricas. En un mundo donde la imagen tiene tanto poder, la forma en que se fotografía un proyecto puede moldear la percepción que se tiene de él, haciendo que el trabajo colaborativo entre arquitecto y fotógrafo sea esencial.
“Fotografía” como verbo y como sustantivo
Durante su intervención, Ema Peter invitó a los arquitectos a reconsiderar el término “fotografía”, tanto en su forma activa como pasiva. “Fotografiar” debería ser una acción colaborativa, donde ambos profesionales trabajan juntos para plasmar la visión completa del proyecto. En cuanto al “fotografiar” como sustantivo, no se trata solo de capturar la realidad física de un edificio, sino de expresar ideas, narrativas y sensaciones que se encuentran detrás del diseño.
Como Peter señaló, cada fotografía arquitectónica cuenta una historia, y no solo del edificio, sino de las intenciones de su creador. Esto transforma la imagen en un medio narrativo poderoso que revela aspectos más profundos del proyecto.
“El arquitecto diseña, el fotógrafo comunica”
Esta frase de Ema Peter sintetiza la importancia de la fotografía arquitectónica como un puente entre la creación del espacio y su experiencia. Cuando el fotógrafo comprende las intenciones y emociones detrás de un diseño, puede capturarlas y comunicarlas al mundo. Por ello, la colaboración entre ambas partes es más importante que nunca en la actualidad.
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